Los alumnos/as de 4 años de la clase de Ana bajaron al huerto este viernes pasado a regar y a plantar caléndulas y algunas plantas más , pero nada más bajar tuvimos la suerte de ver un montón de lombrices que estaban debajo de un saco de tierra. Fue emocionante ya que las cogimos con muchísimo cuidado y las llevamos a los bancales y a la compostera para que continuasen allí su trabajo.
De las lombrices os queremos contar la importancia que tienen en el huerto ya que excavan galerías en la tierra devorando grandes cantidades de tierra, hojas descompuestas y, en general, cualquier residuo orgánico, que son transformados en su intestino y expulsados por el ano en forma de humus de lombriz. Al fabricar sus galerías, mejoran las propiedades hídricas y la estructura de los suelos. Al alimentarse de la materia orgánica, la degradan y ayudan a su descomposición por parte de los microorganismos, lo que hace que los nutrientes sean más asimilables para las planta.
Después de contarnos todas estas ventajas de tener lombrices en el huerto, nos dispusimos a llevarlas a los bancales y a la compostera.... sin guantes, eso sí que es valentía, aunque los menos valientes nos conformamos con llevarlas en pequeños recipientes con los que contamos en el huerto.